Entrevista
realizada por Karina Esparza Pavliuchenko.
Sven
Doehner, fundador de la psicología profunda en México, amablemente aceptó a
contestar esta entrevista revelando en ella los fundamentos de su propuesta psicoterapeutica.
K. E.: Sven,
¿podrías platicarme acerca de tu experiencia personal que te llevó hacia el
descubrimiento de la psicología profunda?
Sven: Cuando me
preguntas de qué es lo que me trajo estar sentado aquí trabajando como
psicoterapeuta, me remite a todo el tiempo que me tomó descubrirlo como
vocación, más que profesión. Hay dos vetas importantes para mencionar. Antes
que nada, ¿me tomarías como mexicano? Mi aspecto es europeo, mi acento un poco
gringo. Pero soy mexicano: nací aquí, mis padres nacieron aquí. Esa crisis de
identidad que cada quien la vive y la sufre como le toca, yo la viví muy
temprano, porque nunca me tomaron como lo que yo me sentía. La pregunta de ¿quién
soy yo? comenzó a ocuparme desde mis primeras memorias. Esto y el choque entre
que la gente no me ve cómo me siento, no solo desarrollaron una forma de expresar,
sino también me ayudaron a darme cuenta de que no había manera de que me tomaran
como lo que siento que soy. Allí comenzó una inquietud importante, ¿cómo salgo
de esto?
Por otro lado,
yo tengo ascendencia alemana, y allí hubo un incidente en el que mi abuelo antes de la II Guerra
Mundial quiso viajar en el Zeppelin a Hindenburg, el que explotó. Mi abuela
tuvo un sueño en el que vio la explosión, por lo que trató de convencer a mi
abuelo de que no viajara en el Zeppelin,
y él le dice: “¿Cómo vamos a tomar una decisión en base a un sueño?” Y procedió
a seguir el viaje. Claro, explotó, él se murió y mi abuela sobrevivió. Entonces,
en mis primeras memorias está esta cuestión de escuchar la historia del sueño y
la importancia que ésta pudiera tener. Esto me dejó una semilla de que hay dos
tipos de pensamiento: uno que es lineal basado en causa y efecto y otro que es asociativo.
Vivimos en este mundo paralelo, entonces, ¿qué es esto de la percepción? Es mas
allá de las sensaciones ordinarias, es decir, hay percepciones extraordinarias,
a donde de alguna forma por mi pensamiento asociativo tengo acceso; en dado
momento puede conectarme con eso o puede ser fuente de orientación y la toma de
decisión.
Entonces,
comencé a hacerle mucho caso, a lo que después descubrí, un mundo inconsciente,
paralelo al consciente, y que la
consciencia no es igual al ego. El ego es con el que se navega por el mundo,
pero la consciencia es el darme cuenta, caer en cuenta de cosas, entonces se
unieron las dos. Esta crisis de quién soy yo, con un conocimiento vivencial de
que había mas allá de lo que sabemos, un mundo invisible, llamémoslo.
Junto a eso llegaron los 60s y fue cuando me
acordé de la importancia de los sueños. Comencé a prestarle atención a mis
sueños, y fui en búsqueda de que alguien me ayudara. No me satisfizo nada, y
con todo respeto, porque Freud es un gran maestro, pero esto de interpretar
todo en base a algo pasado, en base a algo sexual, tendrá su lugar, pero hay
algo más allá de explicar. Lo veo alrededor de mí, inclusive intenté un
análisis freudiano, entendí muchas cosas, pero eso no cambiaba nada. Para mí
una propuesta psicoterapéutica es una de transformación, no de explicación, y
eso me llevó a toparme con un señor que se llama James Hillman, del que hablaré
más adelante.
Si hablamos del
linaje del psicoanálisis, sin duda el iniciador fue Freud, el que le siguió fue
Jung, el que siguió a Jung es Hillman. Hillman es un jungiano y es el que le
dio voz a lo que se llama psicología arquetípica. No todos los jungianos son arquetípicos,
pero todos los arquetípicos pasaron por lo jungiano. Hay una cosa que fue muy
importante cuando entré con él a análisis: me acuerdo en las primeras conversaciones
entre quejarme y lamentar de que nadie me toma cómo soy y cómo puedo ser
congruente, cómo puedo relacionarme con un mundo a dónde nada más las
apariencias son las que definen a uno y cómo lo puede conocer. Y me acuerdo yo
diciendo “no soy alemán, bueno soy, pero no soy, gringo no tengo más que educación,
acento raro porque hablo varios idiomas, todos un poco mal, pero soy mexicano y
me siento dividido tratando de ser quien soy…” Y él me dijo algo muy simple: “¿por
qué no te imaginas que, en vez de estar dividido por ellos, todos esos se encuentran en ti?”
K.E.: ¿Cómo es
que esa idea te transformó?
Sven: Esa idea
cambió mi vida y me dio la libertad de decir “Ya no tengo que pensar en eso,
tengo más bien ser yo y descubrir quién soy andando, abrir camino andando”. Allí
no me explicó nada, no interpreto nada, no tenía nada que ver con mi pasado, no
tenía nada que ver nada con el porqué de las cosas, sino con el cómo una idea
me reorganizó y me abrió espacio psíquico y posibilidades de para qué y a dónde
voy.
K.E.: ¿Qué lugar
ocupan el cuerpo y la mente dentro de tu propuesta?
Sven: Si lo
pensamos bien, mucha gente solamente le pone atención a su cuerpo cuando le
duele algo, se les olvida que el cuerpo es lo que nos va a acompañar la vida entera,
está siempre en el presente. Yo sumé a
mi formación jungiana arquetípica una formación somática, corporal, porque
pienso que si voy a ayudar a una persona a conectarse con aspectos desconocidos
de sí mismo, una de las mejores formar de hacerlo es darse cuenta de su postura
corporal, de cómo uno se para, camina, entre otras cosas. Existen posibilidades
de conectar a la persona a los aspectos invisibles para el yo retomando el cuerpo.
Yo creo que le damos demasiada importancia a la mente, o sea ¿qué es la mente y
dónde está? Y lo que pienso es que el cerebro es una parte del cuerpo. El
hemisferio derecho tiene una vibración diferente a la vibración del hemisferio
izquierdo. Podemos hablar de lo femenino, masculino, del jing-jang, pero vamos
a ser más simple. Estas diferentes frecuencias vibratorias las experimentamos
como pensamientos, entonces lo que llamamos la
mente es lo que intenta hacer algo con estos mensajes que a veces son
contradictorios. Hay un pensamiento que
en corto dice “sí puedo” y hay otro que dice “no, no vas a poder”; uno es “soy este” y el otro “¿seré este?” La
mente es realmente una gran confusión, le damos demasiada importancia a lo que
son los pensamientos. Los pensamientos es la parte más básica y estas terapias
que le dan tanta importancia a pensar y entender, pero que no cambian la vida
de la persona, me frustran, porque veo posibilidades de usar niveles más
elevados de la mente. Si lo observamos biológicamente, la mente del ser humano
tiene 2 cosas que no tiene la mente de la vida biológica, de la vida de un
animal. Una es que se puede imaginar
cosas y el poder de imaginar quiere decir que puedo hacer algo, que no pensaba
que podía hacer. Si estuviéramos realmente basados en nuestro pasado, no
podemos cambiar nada, nada más entenderíamos pero estaríamos atrapados en
repetir siempre lo mismo. Pero gracias a la imaginación, podemos vislumbrar
algo y gracias a vislumbrarlo podemos hacer luego que se haga realidad.
Entonces, la propuesta psicológica que tengo es hacia delante, hacia lo que
puedo ser, cómo hago real algo que es parte de mi naturaleza. La otra facultad
que tiene la mente, que es a través de la imaginación y a través del intelecto,
puede crear consciencia, lo cual expliqué anteriormente.
K.E.: ¿Qué
entiendes por espiritualidad?
Sven: Yo entiendo la espiritualidad como una experiencia
de algo que me lleva más allá de mí. Algo que transciende lo personal;
retomando un poquito las ideas que mencioné, cuando nazco con un cuerpo, este
es lo primero, luego lo que me va
aconteciendo en la vida va formando creencias emocionales y mentales. Pero si
yo fuera solamente cuerpo, emoción y mente, estaría atrapado en repetir. Lo espiritual
es qué me motiva y qué me permite ir mas allá de mi historia.
K.E.: ¿Con todo
eso, cuál sería tu propuesta terapéutica?
Sven: Lo que
pretendo es desarrollar un compromiso en actuar de forma creativa y
constructiva. Más que la persona diga “ah
ya entendí” es que se de cuenta de su situación y con base a eso crea algo. Es
decir, es una incitación a una acción y no una acción impulsiva. Es importante que
la persona se de cuenta que si quiere obtener resultados distintos tendrá que
hacer algo distinto. Entonces, es una propuesta creativa y constructiva.
Al hablar de mi
propuesta, se me viene a la mente el tema de las adicciones, sobre lo cual
estoy escribiendo actualmente, ya que es epidémico. Estamos adictos a la comida, sexo, sustancias, internet. Hoy en día, casi
nadie sabe cómo estar con uno mismo, porque solamente tengo que sacar mi
celular y ya estoy acompañado. Pero si nunca estoy conmigo mismo, ¿cómo me
conecto con esta vida interior?
Yo creo que una
terapia actual no puede ignorar lo que hemos heredado, pero tiene que tomar en
cuenta que el mundo en el que vivimos es otro. Los jóvenes lo que buscan es una
experiencia directa que los lleve mas allá de su experiencia personal. Con todo
respeto a Buda, a Jesucristo, a todos los grandes maestros, lo que ellos
trasmiten es lo que vivieron ellos, lo que quiere la gente hoy en día es no
repetir lo que vivió el otro. Parte de lo que lleva a las adicciones es una búsqueda
de cómo trasciende mi historia.
Mi reto en la propuesta
terapéutica es invitar, provocar, incitar al paciente a que diga ¿cómo voy
darme cuenta de quién soy? Lo que aprendí de la psicología arquetípica, es que
realmente estamos compuestos de muchas
partes y ¿por qué no entrar en relación con esas diferentes partes? Allí
parto de la multiplicidad del ser que al mismo tiempo busca una experiencia
directa. No que me cuenten , sino ¿cómo yo puedo trascender, cómo digo mi
historia?
K.E.: Dentro de
tu propuesta, ¿qué lugar ocupa el pasado de la persona?
Sven: Las cosas que nos acontecen en la vida, las vamos
organizando como historias que nos contamos de quiénes somos. Esto ayuda porque
lleva a la construcción de un sentido de identidad de que yo soy es el producto de esas historias. Pero llega un momento en
la adultez temprana en el cual, de repente, ya me creo mi historia y no solo me
estructura y me da un sentido de identidad, me atrapa, que es otra parte de mi propuesta terapéutica.
Allí entra otra
vez la importancia de la imaginación, que permite decir “ok, esa es la historia
que me he contado. Pero si abro un espacio psíquico, si abro posibilidades de
otras cosas y me puedo imaginar otras cosas, me da la posibilidad de elegir y elegir
con conciencia.” Yo les digo a mis pacientes. “si quieren trabajar conmigo, más
allá de pagarme un dinero, el compromiso
que tienen es hacer algo: pueden cantar, dibujar, escribir, trabajar con barro.
Tiene que darle forma externa a lo que se está moviendo internamente a lo que
llamo sensaciones, sentimientos,
emociones, pensamientos. Si yo voy hacer
cosas, le voy dando forma externa al movimiento interno que no solo permite
conocer una parte de mí, sino además cambia el registro que tengo de mi pasado.
Las
experiencias de la infancia nos dejan huellas y de alguna forma a mi me gusta imaginarme
que primero nazco y de repente me van pasando cosas, de las cuales me empiezo a
defender porque así lo requiere mi sobrevivencia. Luego se me olvida lo que me
pasó, pero sigo defendido. De pronto ya soy un adolescente y me presento defendido ante le mundo y ya ni sé por qué. Otras
propuestas preguntan: “¿dónde se originó eso?” y regresamos a la propuesta
freudiana. A donde entiendo dónde lo
originó, pero no cambio nada.
Lo que estoy
proponiendo es darle forma externa a los movimientos internos, lo que estoy
creando es otra huella. Esa huella no va
a borrar la del pasado, pero puede tener suficiente energía para servir como un nuevo marco de referencia para
poder actuar de una nueva manera.
Entonces, lo
más innovador de lo que hago, yo lo llamo “imaginación sonora” porque mi
propuesta es que uso la imaginación para que la persona pueda de alguna forma
recordar la situación que la tiene atrapada; al recordar y revivirlo, al tener
consciencia, al poder observar y darme cuenta lo que estoy viviendo, puedo
experimentar esos movimientos internos como vibraciones y la vibración es
sonido.
Es usar el
sonido de mi propia voz para poder entrar en relación con eso que me duele. Por
ejemplo, si te puedo preguntar ¿qué sería para ti una emoción difícil?
K.E.: Miedo
Sven: ¿Tu miedo
es caliente o frio?
K.E.: Frio
Sven: ¿Es hacia
adentro o hacia fuera?
K.E.: Hacia adentro
Sven: ¿Y te
lleva a actuar o te congela?
K.E.: Me congela.
Sven: ¿En qué
parte del cuerpo lo sientes?
K.E.: Entre la garganta y el pecho.
Sven: Y si no pudieras
usar la palabra “miedo”, ¿cómo describirías lo que sientes?
K.E.: Asco, terror.
Sven: Y a nivel
del lenguaje de sensaciones: ¿cuál es la sensación del miedo, asco, terror?
K.E.: Frio, apretarme, querer gritar y no
poder.
Sven: Y ¿cómo
duele querer gritar y no poder?
K.E.: Es como una impotencia muy grande.
Sven: Si te pidiera
que cerraras los ojos y tradujeras todas esas palabras que me dices en vibración ¿cómo sonarías? Lo voy
hacer un segundo en esta improvisación, voy a cerrar mis ojos, imaginar que yo
fui el que dijo todo lo que dijiste. Me voy a imaginar en esta situación de
miedo, sentir el querer gritar y no poder y preguntarme ¿qué es el dolor? Más que explicarlo en palabras voy a emitir
el sonido de eso. Me concentro, imagino querer gritar y no poder. Cómo duele
eso no sé, no es hacer un sonido, es descubrir (hace sonidos). La pregunta a ti
es: ¿qué emociones escuchaste en mi sonido?
K.E.: Tristeza, dolor.
Sven: ¿Qué
dolor?
K.E.: Interno, el de no poder expresarse.
Sven: Lo que estoy
ejemplificando es cómo salí de la idea de algo para tener una nueva experiencia
de ella que abrió un espacio psíquico, de repente en vez de ser una sola cosa,
se volvió muchas cosas. Al volverse muchas cosas, se matizó, tomó forma e incitó
a decir ¿qué voy hacer con eso? O sea, cambia mi relación con lo que yo llamé
miedo, cambia lo que es el miedo para mí, cambia lo que haría en otra situación
a dónde me topo con miedo.
Es un cambio
energético, que va hacer que en el futuro yo pueda actuar diferente. Al darle
forma, me pone en una relación, me da posibilidades de conocerme, de darme
cuenta de mis emociones encontradas y que yo soy todas esas cosas y que al
final de cuenta puedo yo asumirlas y liberarme de ser victimas de ellas.
Voy a poner
otro ejemplo de lo que hago con el
sonido: ¿cuanta gente conoces que al hablar antes de terminar su frase de
repente te están diciendo algo y van bajando la voz, se le esta acabando el
aire? ¿Y qué hace esto con la comunicación?
K.E.: Desconecta,
se pierde la atención.
Sven: También
revela poca confianza en sí mismo, un tema de autoestima. Entonces, yo, sin
analizar nada del pasado, le doy la consigna, “aunque se sienta artificial termina
tu frase con el mismo o más volumen o fuerza que con la que iniciaste. La persona
se ríe y dice “ay sí” y se siente falsa, porque siente que le falta aire. Pero si
tú terminas las frase con la misma o más fuerza que con las que iniciaste,
después de un ratito te vas a sentir diferente.
Además, va
haber una devolución diferente, porque te van a escuchar más. Y de repente, en
dos semanas puedo hacer más para crear confianza en uno mismo y cambiar la
autoestima con un ejercicio, que con entender, pasar meses entendiendo cosas, y
entiendo, pero mi autoestima sigue baja.
K.E.: ¿Es eso a
lo que le llamas transformación?
Sven: Claro. Es
allí donde ya soy otro, ya se transformó algo. La transformación es una palabra
complicada, se refiere a que algo cambie de forma para que se abran posibilidades
y uno pueda sustituir comportamientos destructivos, que al final de cuenta son
intentos de trascender a mi mismo. Esto me lleva a comenzar a construir y a
crear, a cambiar mi forma de interconectar y relacionarme con otros, me da la
libertad de acción y de satisfacción.
Mucha gente
habla de felicidad, yo hablo de satisfacción, esto no lo compras con todo el
dinero del mundo. Entonces, me entusiasma, me apasiona, porque si le puedo
crear una oportunidad en otra persona de que trascienda en su historia, de que
se salga de la idea quién soy para poder ser algo que ni siquiera sabían que
podían ser. De alguna forma hablé de vocación, se me hace que darle eso a una
persona, es darle vida, y eso me lleva a seguir apasionado por esto y querer
ofrecerlo a un público.
K.E.:¿Cuáles son
tus proyectos a futuro?
Sven: Quiero
escribir. Es difícil de escribir, igual y en la entrevista hasta que no lo ejemplifiqué,
era nada más hablar más ideas. Entonces ¿cómo escribo acerca de algo que es
esencialmente vivencial? Pero este es mi reto, porque creo que ofrecer esta
propuesta que toma en cuenta que uno necesita experiencias directas que lo
lleven mas allá de uno, hacia algo transpersonal ayuda a establecer un dialogo
no con el mundo externo sino con mi vida interna. Jung decía “todo lo que pasa
externamente es meramente un pretexto para desarrollarme internamente, si me desarrollo
internamente, yo puedo ser otro externamente”.
La propuesta es
de una continua transformación, de participar de forma más consiente en las
transformaciones que la vida misma me exige, para poder ser más que la victima
de las circunstancias, proponer cosas, que hacen que mi participación tenga un
efecto creativo y constructivo en mi entorno. Entonces, es ambicioso pero los
resultados son los que me entusiasman, porque cambian la vida de alguien.
K.E.:¿Qué le podrías
decir a todas aquellas personas que están interesadas en estudiar la psicología
profunda?
Sven: Antes que
nada que de alguna forma puedan conectarse con algo de lo que he dicho y digan
“yo quiero eso”. De hecho, aparte de
terapia, yo formo terapeutas, superviso terapeutas, estoy en proceso de actualizar
una formación en la cual uno puede aprender esas diferentes técnicas. Mi
propuesta la estoy llamando psicología profunda, porque realmente es
profundizar en la experiencia de cada uno, como he explicado. No estoy peleado
con otras teorías, más bien quiero sumar herramientas, entonces la propuesta está
abierta para el que quiera experimentarlo o sumarlo a sus otras herramientas
para poder ser más efectivo en lo que hace o formarse. La cuestión es hacer
contacto conmigo, mi correo electrónico es sven@psicologiaprofunda.com, estoy actualizando la pagina web y estoy en
Facebook como “psicología profunda”. Al que le interesa podemos canalizar lo
que precisa la persona en ese momento y ver si su búsqueda puede ser satisfecha
con lo que ofrecemos.
mayo 2013
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